miércoles, 15 de diciembre de 2010

Un buen recuerdo. By Alvaro García

Alvaro García, portero de la cadena galdense, describe la experiencia vivida en el campeonato de España de clubes en categoría juvenil. Se celebró en Julio de 2010 en Barcelona.

El campeonato de España de clubes en categoría juvenil es un buen recuerdo, sin duda alguna. Algo de lo que me acordare siempre y una experiencia que me gustaría revivir en esta campaña con mi actual equipo juvenil.
En cuanto al viaje, me lo pase fenomenal con todos mis compañeros. Lo único que no me agrado mucho, ni a mi compañero Juan Carlos y mi entrenador Carlos Padilla, fue el viaje en el avión. También se podría añadir que no compren en el avión. (Madre mía, que estafa “jaja”).
Al llegar a Barcelona lo primero que vimos fue al Valladolid de primera división en el aeropuerto, se enfrentaba la noche siguiente al F.C. Barcelona en el último partido de liga, y seguidamente a recoger las maletas. Del aeropuerto recuerdo que tuvimos que ir a por el bus el cual nos llevaría a San Feliu. Bonito lugar, agradable y tranquilo (cabe decir que era un domingo).
Al llegar al Hotel, Suso Méndez, como no, organizó las habitaciones en grupos de tres. Aunque como buen equipo normalmente estábamos juntos jugando a cartas o salíamos a pasear.
La comida era muy buena para mi sorpresa, y el servicio… fenomenal. Al llegar la primera noche, como a las diez aproximadamente, se nos citó a todos en una habitación para la preparación del partido contra el Barça. Estábamos con mucha ilusión. No por ser ellos el Barcelona y nosotros el Gáldar íbamos a ser inferiores. Teníamos claro que en la cancha seria un cinco contra cinco sin nombres ni entidades.
En definitiva que después de tanta concentración cada cual se fue a su habitación. Antes de acostarnos a dormir, en la nuestra tocaba una sesión de póquer. Simple entretenimiento.
A la mañana siguiente tocaba despertarse temprano, sobre las 8, (7 en canarias). Todo el mundo en planta para el desayuno,  el cual nuevamente estaba muy bueno. Si no recuerdo mal eran panecitos de leche o algo parecido. Después del desayuno descansamos un poco y luego, sobre el medio día, nos aproximamos al pabellón para lo que es un primer análisis del campo y el ambiente.
La parte deportiva prefiero no analizarla.
Al finalizar el encuentro, como era normal después de una derrota, no reinaba la alegría. Sin embargo si sabíamos que para llegar hasta donde estábamos había sido un largo camino y sobre todo duro. El cual habíamos logrado con mucho esfuerzo.
Al llegar a nuestro alojamiento de nuevo tocaba descansar. Después ver el partido televisado del Real Madrid, es decir, los que de mi equipo éramos madridista. Estábamos celebrando los goles rodeados de catalanes cerrados. Otra buena anécdota.
El Barcelona jugaba en el Camp Nou y nuestros técnicos fueron a verlo dejándonos a cargo de Suso Méndez. Cabe decir que se porto lo suficientemente bien al acompañarnos a Canaletas para poder ver una celebración de liga como la que se vivió en la ciudad condal.
Desafortunadamente no pudimos ver mucho puesto que al llegar ya se escuchaban disparos de los antidisturbios. Se puede decir que como mismo llegamos, mismo nos fuimos. Aun así, también es para recordar. Para la vuelta tuvimos que dividirnos en tres o cuatro taxis. Todos llegamos a nuestro hotel sin problemas excepto uno de los taxistas que se perdió. (Llegó a un descampado, oscuro y desértico, todo un guión de una película de terror en la que el taxista es un perverso asesino o algo parecido “jajaja”). Una vez en el hotel, todos juntos y sobre las tres de la madrugada, de compras en la recepción y a dormir, que estábamos cansadísimos.
A la mañana siguiente era el día de vuelta a casa. Tocaba nuevamente levantarse temprano para desayunar y otra ves al bus de camino al aeropuerto. Como teníamos tiempo de visitar la terminal catalana, que por cierto era enorme, unos compañeros y yo nos quedamos en la otra punta donde estaban las tiendas para comprar recuerdos. Mientras estábamos comprando los recuerdos para nuestras familias, escuchamos por el altavoz de la terminal, “Señores pasajeros destino a Gran Canaria embarquen de inmediato”. Lo siguiente fue tener que atravesar toda la terminal de lado a lado corriendo para que no se nos escapara el vuelo. Llegamos, avión y de vuelta a casa.
Tres días y lo dicho anteriormente: una experiencia para revivir.

Alvaro García
Portero juvenil del Gáldar Gran Canaria

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